- Cuentan las leyendas que había una vez una bruja con extraordinarios poderes mágicos y, supuestamente muy bella, por lo que cabe imaginar que su nombre era conocido en todo el reino. Un fatídico día, conoció a un joven mago, se enamoraron y decidieron casarse. Sin embargo, su felicidad duró poco, ya que el joven mago era egoísta y codicioso: su confesión de amor no era más que una estratagema para acercarse a la bruja y robarle sus legendarios poderes.

Desconsolada por su traición, lo maldijo con la última fuerza que le quedaba. No podía arrebatarle sus poderes, ya que una vez que algo se pierde nunca vuelve a ser lo mismo, así que lo maldijo para que estuviera condenado a conservar el poder que tan audazmente había robado, pero sin poder usarlo nunca. El mago se convirtió en un cofre del tesoro, condenado a estar cerca del objeto de su obsesión pero sin poder tocarlo nunca, reducido a una mera herramienta para mantener a salvo los poderes de la bruja durante toda la eternidad.

- ¿Qué le pasó a la bruja?

- Cómo voy a saberlo, solo he oído la historia a la mujer que vende verduras en el mercado. No me dijo qué le pasó a la bruja ni adónde fue. Por lo que sé, ¡la historia podría ser inventada! ¡Ejem! De todos modos, se dice que solo una persona de virtud digna y corazón honesto sería capaz de abrir el cofre y liberar los poderes de la bruja de las garras del hechicero.

¿Crees que podrías ser tú?