La Batalla de Villaalmohada.

Pillowtown

Una vez que empiezas a explorar Smeet, encuentras todo tipo de sitios. Está el estanque con buena pesca, la sala de otoño con las vistas y el lago, Halloween Village, el lugar donde consigues buenas setas, el campanario con esas gárgolas, ese lugar extraño en los pantanos donde las calabazas crecen tan bien pero que, al mismo tiempo, parece que devora a la gente y nunca más se les vuelve a ver...

Continúa, vete aún más lejos y encontrarás el pequeño y acogedor pueblo de Villaalmohada; un lugar donde nunca te faltará una almohada, una sonrisa o un favor de un vecino.  

Sin embargo, no siempre fue así. Los más ancianos y sabios nos hablaban de una época diferente, avisándonos de que tenemos que mantener nuestros fundíbulos y catapultas en buen estado. Nunca nos explicaron el porqué, simplemente nos dijeron que algún día los necesitaríamos.

Pensamos que era solo un cuento de viejas... de cosas en el bosque, con sus ojos como botones fríos y muertos. Sus pequeños y peludos pies corriendo por las hojas justo por el rabillo del ojo. "No vayas demasiado lejos", decían, "no te metas en líos con la ternura que se encuentra dentro de estos bosques".

Todos nos reíamos y seguíamos con nuestro día a día.

Entonces un dia sucedió. Los peluches aparecieron una vez más. La inquietante paz que había existido entre nuestro pueblo y los peluches del bosque se rompió. Al principio, pensamos que solo tenían curiosidad, tal vez querían ser nuestros amigos. Había pasado tanto tiempo desde la última vez que nuestras máquinas solo estaban siendo mantenidas por unos pocos elegidos y casi habíamos olvidado lo que había sucedido. No estábamos preparados para ese día.

Vinieron. Y se llevaron a nuestra princesa.

Y ahora, armados con nuestras almohadas llenas de las mejores plumas que pudimos encontrar, debemos luchar contra los peluches, ya que han demostrado que sus intenciones nunca pueden ser buenas. Debemos desempolvar nuestras máquinas para llevar la guerra a su impenetrable fortaleza donde han vivido lejos de nosotros desde que tenemos memoria.

¿Por qué volvieron después de tanto tiempo? No lo sabemos. Todo lo que sabemos es que no podemos confiar en las cosas adorables y que tenemos entre manos una lucha tremendaVamos a por nuestra princesa.