¡Hola mis queridos Smeeters amantes de sus mascotas! Ya estamos en septiembre mes de transición en todo el mundo, ya que algunos países pasan a su letargo de otoño e invierno y otros a primavera y verano. Sea como sea, les deseo que pasen buenos momentos junto a sus familias, amistades y por supuesto sus mascotas.

Este mes retomaré una de mis secciones, "Mi Mascota, mi pet y yo" donde ustedes mismos nos dan a conocer su hermosa historia junto a sus regalones, y esta historia es una de esas que te dejan pensando si es suficiente el tiempo, el amor, el cuidado y que por supuesto son dignos de llamarse héroes, pues nos cuidan hasta cuando se van de nuestros brazos y mirada. ¡Vamos a ella!

Un 25 de Diciembre era mi bautizo y estábamos en el pueblo de mis abuelos, mi padrino apareció con un cachorro el cual llame "Sastre" en honor a mi bisabuelo. Mi mascota compartió toda su vida conmigo. Al principio vivía dentro de mi casa y según me han contado mis padres, pasaba cuidándome que no me pasara nada, me encantaba lo juguetón que era, me robaba la pelota y se sentaba con ella mirándome, hasta se colocaba  debajo de la silla donde me sentaba dándome coletazos con su cola, siempre que llegaba de la escuela lo primero que iba a ver era a mi sastre y se ponía a dos patas para darme un beso, porque más o menos era de mi altura.

Después fue creciendo y él ya no podía estar dentro de la casa y mis padres decidieron construirle una casa en nuestro Jardín. Allí permaneció, ya adulto saltaba la valla de mi casa para ir al río. A mi madre no le gustaba que Sastre entrara a la casa porque ensuciaba todo, pero él siempre veía la manera de entrar a mi habitación y darme los buenos días, muchas veces se quedaba debajo de mi cama en la noche, sin que mi madre se diera cuenta.

Duró conmigo 14 años, puedo decir que fue feliz y que lo amamos todo ese tiempo, pero por su edad fue perdiendo la vista y la audición, un día se salió y le atropellaron, acabó mal de dos patas, y sufrimos mucho por él, hasta que el 28 de mayo de 2015 falleció. Aún le recuerdo y en honor a mi mascota que me dio tantos recuerdos y momentos felices, le lleve a Smeet, mi otra casa, donde está en su sala, le visito frecuentemente y tiene su foto como todo un héroe.

Hermosa y gratificante historia, gracias a nuestra Smeeter ●||•» Iησυѕα «•||● є∞s por darnos su tiempo y sus recuerdos para su mascota. Les invito a contarnos sus historias con sus mascotas, acá les leeremos y nos emocionaremos porque recuerden, las mascotas también tienen su corazoncito y su espacio en nuestra comunidad de Smeet.

Su reportera rosa área pets, Isidora.