Oscar Wilde escribió que una máscara nos dice más que una cara.

Las personas llevan máscaras por muchas razones: para jugar un juego, para ser algo que no son, para ocultar quiénes o qué son; o para ser quienes realmente son. ¿Llevas una máscara o la máscara te lleva a ti?

Ayer te encontraste con un hombre misterioso con una máscara de aspecto aterrador. Te hizo señas para que lo siguieras hasta un antiguo taller de máscaras. Le preguntaste al fabricante de máscaras ciego cómo es capaz de hacer esas máscaras y añadiste que te encantaría saber cómo hacerlas tú mismo.

"¿Hacer máscaras? Es una maldición", dijo, "y debes tener cuidado con lo que deseas". Con esta desconcertante advertencia, te mostró las herramientas de su oficio y los extraños materiales que utiliza para fabricarlas. "Adelante, crea algunas máscaras. Mira a ver si te gusta", dijo con una mirada extraña e inquietante en su rostro.

Lleva los macabros materiales al fabricante de máscaras para que aprendas sus métodos misteriosos y, así, puedas empezar a hacer tus propias máscaras monstruosas.